El grupo empresarial Masergrup financiará la totalidad del torreón, que será una realidad el primer semestre de 2025
La Casa Navàs de Reus reconstruirá el antiguo torreón que destruyó el impacto de una bomba de la Guerra Civil en 1938. Con esta restitución, la fachada de la casa recuperará el aspecto original proyectado por Lluís Domènech i Montaner a principios del siglo XX. La obra supone el paso definitivo para que la Casa Navàs tenga tanto por dentro como por fuera el mismo aspecto con el que fue concebida y se reafirma como una pieza única del modernismo europeo. El proyecto de reconstrucción del torreón lo han diseñado los arquitectos Joan Tous y Pau Jansà, y el conservador-restaurador Pau Arroyo, y correrá a cargo de la constructora de la Selva del Camp Constècnia. El objetivo es que esté acabada antes de la Semana Santa de 2025.
Reus fue una de las ciudades catalanas más bombardeadas durante la guerra civil española. En uno de los muchos bombardeos que sufrió el casco antiguo de la ciudad, el 26 de marzo de 1938, una bomba afectó directamente a la Casa Navàs, que perdió buena parte del último piso y del tejado, así como el frontispicio y el torreón esquinero.
Después de la guerra, entre 1940 y 1943, Joaquim Blasco y Maria Font de Rubinat mandaron reconstruir el segundo piso para volver a hacerlo habitable, pero por temas presupuestarios tuvieron que prescindir de los elementos ornamentales de la fachada, como el frontispicio o el torreón. La fachada de la Casa Navàs conservó este aspecto inacabado hasta que el actual propietario la adquirió en 2018, y se marcó el objetivo de devolverle su fisonomía original. Tan solo dos años más tarde, en 2020, se recuperó el frontispicio, la restauración más ambiciosa que se había hecho hasta la fecha en la casa, y en 2025 será el turno del torreón.
El último paso: la reconstrucción del torreón
Tras la restitución del frontispicio, la propiedad de la Casa Navàs ha querido materializar la reconstrucción definitiva de la fachada y levantar de nuevo el singular torreón que presidía la esquina del inmueble antes de la guerra. A partir de ahora, pues, la casa no solo tendrá el aspecto interior original diseñado por Domènech i Montaner, sino también el exterior, que hasta ahora evocaba un edificio inacabado.
Entre los años 2022 y 2023, los arquitectos Joan Tous y Pau Jansà, y el conservador-restaurador Pau Arroyo —el mismo equipo que se hizo cargo del frontispicio— desarrollaron el proyecto de reconstrucción del torreón. Para ser lo más fieles posibles al proyecto original, Arroyo elaboró un cuidadoso estudio a partir de la documentación fotográfica y gráfica localizada, de los fragmentos conservados en la Casa Navàs o en otros lugares, y de otros edificios de Domènech i Montaner.
A mediados de 2023, la Comissió Territorial de Patrimoni Cultural del Camp de Tarragona de la Generalitat dio el beneplácito a la intervención propuesta, un paso imprescindible porque Casa Navàs está catalogada como Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN). A partir de aquel momento se inició el proceso de selección de la empresa que tendría que encargarse de la reconstrucción, y finalmente la elegida fue la selvatana Constècnia. Según el calendario previsto, entre los meses de junio y diciembre de este año se construirá la réplica del torreón en el taller y, a principios de enero de 2025, se comenzará a colocar sobre la Casa Navàs. La totalidad de las obras están financiadas por el grupo empresarial Masergrup, y el objetivo es que la obra se pueda inaugurar antes del período de Semana Santa.
El proceso de colocación del torreón no interferirá en ningún momento con las visitas y las actividades programadas en el interior de Casa Navàs, que podrán desarrollarse con toda normalidad.
Reconstrucción a cargo de empresas punteras
Baja la supervisión de Tous i Jansà, el proyecto lo ejecutará la empresa Constècnia. Esta constructora de La Selva del Camp se ha encargado también de la reciente restauración del interior de la tienda de la Casa Navàs y, además, cuenta con una dilatada experiencia en proyectos de rehabilitación o de reconstrucción de monumentos históricos. Ha trabajado, por ejemplo, en el Castillo de La Selva del Camp, el Teatro Romano de Tarragona, el Convent de les Arts de Alcover, el Monasterio de Santes Creus, el Museo Mas Miró de Mont-roig del Camp, la iglesia del Castillo Monasterio de Escornalbou o los castillos de L’Albiol o de Ascó.
Por su parte, la empresa L’Art del Vitrall es la que se ocupará de las vidrieras que lucía el torreón. Este taller, que conoce la Casa Navàs porque ya ha restaurado algunas vidrieras interiores, abrió sus puertas en el centro de Sabadell en 1984 y, desde entonces, se ha especializado en la realización y restauración de vidrieras, bajo la dirección del maestro vidriero Joan Serra Renom.
Los trabajos en piedra los asumirá Florenci Andreazini, el maestro picapedrero de La Selva del Camp. Igual que hizo Domènech, la piedra utilizada para la reconstrucción procederá de Vinaixa y en este caso la suministrarán los hermanos Balagué. Tras un importante proceso de reflexión se ha decidido que, tal como se hizo con el frontispicio, los motivos ornamentales de cada una de las piezas de piedra sean esculpidos de manera artesanal.
Finalmente, será Juli Rio Peris, artesano de la forja de Bellver de Cerdanya, quien se ocupará de hacer todos los trabajos en hierro que culminan el torreón de la Casa Navàs. Destaca especialmente el barco de Jaume I que preside la obra.
Proceso de reconstrucción del torreón
Prácticamente no se conservan piezas originales del torreón, por tanto, para la reconstrucción se utilizarán piedras y vidrieras nuevas, a imagen y semejanza de las originales.
Lo que sí se aprovechará serán gran parte de los hierros que coronaban el torreón y que servían de apoyo a una veleta que indicaba los puntos cardinales y terminaba en un barco que simbolizaba una embarcación de Jaume I a la conquista del Mediterráneo. Aunque se conserva el barco, dado su mal estado y que requeriría hacer un trabajo de restauración y reconstrucción muy profundo, se ha optado por guardar la pieza como elemento museístico y reproducir uno nuevo.
El torreón tiene una altura de ocho metros, a la que hay que añadir un metro y medio de la glorieta de hierro, y su diámetro es de un metro y medio. A causa de su esbelta estructura, la construcción de esta es mucho más compleja que la del frontispicio y requiere una precisión milimétrica. Por este motivo, siguiendo el mismo sistema que con las torres de la Sagrada Familia, se ha decidido que primero se construirá toda la pieza en una de las naves de Constècnia. Cuando se haya comprobado que todo encaja a la perfección se desmontará y entonces se trasladará a la Casa Navàs para hacer el montaje definitivo por bloques.
En ambos casos primero se levantará la estructura metálica de acero inoxidable, con las escaleras, y después se montarán los elementos de piedra ligados a la estructura metálica. Finalmente, se colocarán las vidrieras y las piezas decorativas de forjado. La previsión es que los trabajos duren diez meses, siete en taller y tres en la plaza del Mercadal.
Descripción del antiguo torreón de Casa Navàs
El torreón estaba situado en la esquina entre las fachadas de la calle de Jesús y de la plaza del Mercadal, y la formaban dos cuerpos de planta octogonal. El cuerpo inferior estaba situado a la altura de la segunda planta de la casa, y estaba adosado; mientras que el cuerpo superior disponía de las ocho caras vistas, ya que sobresalía por encima de la línea de cornisa, y llegaba hasta los 17,50 metros sobre el nivel de la plaza.
Entre los dos cuerpos, así como en el arranque del torreón y en su coronamiento, se disponía de una faja de piedra decorada con motivos escultóricos vegetales, delimitada por cornisas de diversas tipologías y estilos. En la faja central entre los dos cuerpos, en la cara perpendicular en la esquina, había una gárgola con forma de dragón. Todas las caras vistas del torreón estaban cubiertas con vidrios rectangulares traslúcidos, y acabados en la parte superior con vidrieras con motivos vegetales florales.
En el coronamiento había una faja de piedra esculpida, a modo de baranda octogonal. En la parte superior se disponía de una glorieta de elementos de forja, con motivos vegetales. Desde el centro de la glorieta, se erigía una barra vertical en la parte superior de la que salía una veleta, también de hierro, que indicaba los puntos cardinales y que estaba coronada por un barco que simbolizaba el de Jaume I. La función del torreón era decorativa y de mirador.
La Casa Navàs en restauración constante
Desde su apertura, la propiedad de la Casa Navàs trabaja constantemente en la conservación y restauración del edificio modernista. De hecho, en su interior muy a menudo se están llevando a cabo obras de mejora.
En los últimos años, se ha restaurado por completo la antigua tienda de telas y la escalera interior —conocida como escalera de servicio—, y se han hecho intervenciones en ámbitos como las vidrieras o la ebanistería, que incluyen la reparación de suelos y el tratamiento de ventanas y persianas. Y en el exterior se han restaurado las antiguas lámparas existentes de la fachada de la calle de Jesús.
Pero, sin duda alguna, la obra más destacada, hasta la fecha, había sido la restitución del frontispicio que se llevó a cabo en 2020.